Esta semana les hablamos de la <<Infiltración de grasa para relleno facial>>
En cirugía facial el microinjerto de grasa está indicado como tratamiento principal o como complemento de otras cirugías. En rejuvenecimiento facial es especialmente útil para la corrección de los defectos de volumen de causa genética, causados por el envejecimiento o por secuelas de otras enfermedades como el Síndrome Tóxico o VIH. Puede utilizarse el microinjerto de grasa en el mentón, mandíbula, mejillas, pómulos, ojeras, sienes, nariz, región frontal, entrecejo, etc.
En perfiloplastia facial es fácil devolver a la cara sus proporciones adecuadas aportando la forma y los volúmenes precisos allí donde se necesitan: aumentar un mentón pequeño, definir la mandíbula o los pómulos, remodelar la frente, las cejas, los párpados, la nariz, etc. El conocimiento preciso de las proporciones faciales así como de la técnica de Lipoimplante nos permitirá ovalar un rostro, suavizar unos contornos agresivos o marcar adecuadamente contornos faciales poco precisos. En casos seleccionados puede remodelar la nariz de forma satisfactoria. Es válido tanto en hombres como mujeres independientemente de su edad. Pueden abordarse zonas individuales de la cara o combinar varias simultáneamente.
En pacientes con bolsas en los párpados o surcos de la ojera poco marcados es una alternativa muy eficaz a la blefaroplastia. Es, también, el complemento ideal en muchas Rinoplastias para producir balances faciales armoniosos que de otra forma no se podrían conseguir. En ocasiones seleccionadas pueden realizarse Rinoplastias completas mediante microinjerto de grasa. Es el complemento perfecto para un lifting facial cuando la flaccidez de piel es avanzada y el paciente carece de relieves adecuados en la cara.
